jueves, 30 de agosto de 2012

"EN CADENA" Por Rakel Ugarriza Lacalle


Tras leer aquellas líneas se formó una amplia sonrisa en su rostro, que inmediatamente hizo sentir bien a la persona que se encontraba a su lado en ese momento. Ésta se mostró más amable aquel día con los clientes a los que atendió en su puesto de trabajo, que, a su vez, hicieron sentir bien a aquellos que se cruzaron en su camino y, como una piedra arrojada a un lago, las (buenas) ondas provocadas se fueron expandiendo, dando lugar, a través de pequeños y amables gestos, a un mundo mejor. Como un bostezo abriéndose paso en la boca de una persona, para, al segundo, colarse en la de aquel que lo mira, así de sencillo sería contagiar las buenas acciones. Tan fácil como regalar una sonrisa, una caricia o dulces palabras que provoquen lo mismo a nuestro alrededor, creando una potente onda expansiva capaz de dar la vuelta al mundo. Porque el secreto está en simplificar el camino, en allanarlo en la medida de lo posible para hacer más fácil tanto nuestra andadura como la de los demás. La recompensa final será la de poder acostarnos cada día con la seguridad y la satisfacción de haber hecho lo que estaba en nuestras manos.
Rakel Ugarriza Lacalle

No hay comentarios:

Publicar un comentario