martes, 28 de agosto de 2012

"SIEMBRA Y COSECHA" Por Claudia Andrade Carreño


Los Martínez plantaron los cerezos porque a la abuela le gustaban las flores rosadas en primavera, y la multitud de mariposas que venían a visitarla. 
De nada valieron las rogativas. La tierra seca cruje bajo nuestros pies. La cosecha completa está por perderse, vamos a perderlo todo. La sequedad nos gana por dentro, llenándonos de polvo, comiéndose el sudor de nuestras frentes, llevándose nuestros sueños tras las lluvias que se marcharon. Nuestro hijo, con la cara sucia de polvo, nos mira mientras todo se va secando. Corre tras la mariposa azul electrizante, hipnotizado por el sinuoso baile que efectúa enamorando al viento. No quiere cazarla, porque es de esas magnificas visiones con el poder de cambiar los pasos y detener el tiempo en su mágico pasar. Abanica sus manos agitando la corriente de aire para que la maravillosa criatura que lo embelesa pueda ejecutar movimientos todavía más intricados sobre su cabeza. La mariposa azulada, se eleva en la corriente de aire, hasta perderse de vista en el cielo. Siempre en movimiento, elipse tras elipse, la mariposa intensa y azul, enamora a las nubes hasta las lágrimas. La cosecha, se salva.   
Hace años que los Martínez se marcharon a otras tierras, los cerezos continúan floreciendo en primavera, atrayendo centenares de mariposas.  
Claudia Andrade Carreño

No hay comentarios:

Publicar un comentario