viernes, 31 de agosto de 2012

"La mariposa atrapada en la red" Por Alejandro Novella Parroqué


La historia siempre sigue su curso, los caminos marcados ni siquiera son inescrutables, por eso ¿quién es capaz de no tentar a lo que pueda suceder? Somos causantes de nuestra subsistencia, pero todo se erige como una telaraña de vidas enredadas que no llevan a ninguna parte, y de la cual cada uno de nosotros constituimos al arácnido cabrón de turno. ¿Qué pasaría si un día decidimos, con nuestras pinzas, desgarrar un trozo de tejido de esa tela global? Quizás para nosotros no signifique gran cosa, pero para los demás puede convertirse en un salto mortal. Muchas veces no nos damos cuenta de lo difícil que resulta la empatía. Aunque para mí, sin lugar a dudas, lo peor de todo es el asentamiento de la sensación que aparece, en ocasiones, cuando nos preguntamos ¿qué hubiera pasado si…? Allí pasamos a ser los mejores cineastas y, yo calculo, que en un minuto nos podemos llegar a montar dos largometrajes, un corto e, incluso, la banda sonora de lo que imaginamos que pudo haber sido y nunca sabremos si fuera o no fuese a suceder.
Nos gusta considerar que todo está confabulado contra nuestras decisiones. Creemos que todo gira entorno a nosotros y que los demás son meros intérpretes puestos sin razón aparente, qué pena que todo el mundo piense lo mismo. El miedo nos invade cuando inspiramos algo anormal o extraño, nos convencemos diciendo hacia nuestros adentros: “Si no toco y no hago nada raro, todo seguirá siendo igual de normal”. Y es verdad, a la par que lógico, pero yo personalmente tengo una intención, crear el efecto dominó mientras observo como una acción mía posee tanta repercusión que su consecuencia es tan fuerte que puede derribar tantas fichas como personas haya. Este juego es solo para valientes y se acabará cuando llegues a la última pieza de este puzzle, y esa eres tú.
Alejandro Novella Parroqué


No hay comentarios:

Publicar un comentario