Mi aleteo se dirige hacia cualquiera que lo necesite.
Mi aleteo no tiene fronteras, ni límite en el tiempo.
Cuando vuelo, proyecto una energía que es captada por uno o varios receptores, que a su vez van contagiando de manera inconsciente a otros.
Esta energía la transmiten de nuevo allá donde quiera que vayan.
Es mágico contemplar cómo una insignificante mariposa tiene el poder de provocar millones de aleteos por todo el mundo.
Abrid el corazón, vuestras alas y prepararos para volar.
Volar por siempre.
Miles de personas aleteando a la vez.
¡Glorioso!
María Mas García
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