jueves, 30 de agosto de 2012

"UNA GRAN IDEA" Por Ana María Gallo Magliano


Federico caminó lentamente hasta la esquina. Las manos en los bolsillos de su campera.
Hacía frío y el viento arremolinaba las hojas secas a su alrededor. Era domingo por la tarde, la calle estaba solitaria y casi a oscuras. De pronto, se paró en seco, algo se le ha ocurrido, algo que cambiaría su vida monótona y tediosa. Por unos segundos no se movió, hasta que, como impulsado por un resorte invisible, comenzó a correr. Tomó gran velocidad. Cruzaba las esquinas con rapidez, mirando con poco cuidado si venía algún vehículo.
Llegó hasta la casa de Leandro. Golpeó  la puerta, hasta que la madre de su amigo le abrió.
- ¿Está en casa? –preguntó, sin siquiera saludar.
-  Arriba, en su cuarto –contestó la madre.
De dos en dos, subió los escalones y abrió la puerta del cuarto de Leandro.
- ¡¡Ya sé lo que haremos!! –exclamó con agitación y entusiasmo.
- ¿De qué estás hablando? –le cuestionó Leandro, sorprendido por la actitud de su amigo.
- ¿Te acordás de esa gente que no tenía donde vivir, que pasaba sus días bajo un puente?, ¡pues ya encontré la solución! –dijo Federico con satisfacción– ¡Vamos a construirles una casa nosotros mismos!¡Vamos a pedir donaciones, iremos a la televisión, nos haremos conocer!
Su amigo quedó callado, tratando de imaginar quiénes se sumarían a su entusiasmo.
- No estaremos solos. Contagiaremos a nuestros amigos y seremos muchos. Nada es imposible, si creemos. Esto es el comienzo, ya lo verás.
Fede y Leandro fueron los primeros. Miles de jóvenes se les unieron, todo comenzó con una idea: el aleteo de una vulgar mariposa. El resto, lo hacés posible vos.
Ana María Gallo Magliano

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