viernes, 31 de agosto de 2012

"Y en mariposas nos convertimos" Por Ana Castrillo Cutando


Una bandada de pájaros atraviesa el cielo cada día, es todo una coreografía solo conocida para sus aleados aspirantes. Todos baten sus alas al compás de ninguna canción. Nadie se escapa, cuanto más alto vueles peor será la caída. Cualquiera de nosotros se maravillaría mirando hacia arriba contemplando el baile final de despedida. Mientras tanto una minúscula corriente provoca que uno de nuestros pelos más finos se balancee, nadie se entera, solo ella; la mariposa. Una abatida imperceptible para el que no posee una mirada intrigante del mundo.
Un simple aleteo nada levanta, apenas un pequeño grano de arena. La cuestión es, si una mariposa arrastra algo tan insignificante, ¿qué ocurriría si participan en una unión por un objetivo común? La erosión aumenta conforme la solidaridad crece. Pasa lo mismo con la suma de bocanadas de aire; una de ellas no arrastrará nada, pero si las multiplicas el resultado constituye una fuerza aumentada exponencialmente según los integrantes del juego. Por alguna razón las aves forman grupos y nunca el migrar se practica como arte solitaria y separada del resto; “You´ll never fly alone”.
Y nosotros nos empeñamos en disfrazarnos de superhéroes con egos con su propio egocentrismo y, no nos damos cuenta de que no se llega a ninguna parte chocándote con todos. Lo más sensato no es dictaminarte tus propias normas, sino ponerlas en un común acuerdo y sacar algo positivo de todas ellas. Si nos atacamos a nosotros mismos no existirá defensa posible para aquellos cazadores furtivos sin escrúpulos capaces de acabar con cualquier atisbo de belleza flotante. Por eso, yo siempre despego con esta frase: Tú eres tú, yo soy yo, pero juntos ya somos dos.
Ana Castrillo Cutando

No hay comentarios:

Publicar un comentario